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dimanche 24 août 2008

¿Doble moral tapatía?

Buscando en la red sobre auntos de publicidad, encontré unos anuncios de Wonderbra, los cuales siempre han sido muy ingeniosos, desde mi punto de vista saben vender: abarcan con su publicidad tanto al público femenino como al masculino y las situaciones que muestran son de la vida diaria.

El punto es que me hicieron recordar aquella campaña con anuncios espectaculares que la citada marca emprendió en tierras tapatías hace ya 12 años (parece que fue ayer). Pongámonos en contexto: en 1994 ganó la gubenatura y las presidencias municipales metropolitanas (las alcaldías son en España) el PAN, nuestro flamante "gober" era el Ing. Alberto Cárdenas Jiménez y el presidente municipal tapatío era el Sr. Cesar Coll Ca(sca)rabias. Además... me hicieron reflexionar sobre la doble moral tapatía que vivimos.

Los citado anuncios eran como este, pero en castellano:


(No se cocinar. ¿A quién le importa?)

Otra frase usada era: "Mírame a los ojos.... ¡dije que a los ojos!".

Los anuncios causaron polémica porque no se había visto antes en tierras vírgenes tapatías una publicidad tan "provocativa, morbosa y en contra de la moral y las buenas costumbres". El anuncio fue "censurado", pero como no podían quitarle el permiso así nada más (pues tenían todo en regla), la solución del H. Ayuntamiento fue... ¡ponerle un saco encima a la modelo!, ¡hazme el favor!, fue ridículo... abanderados en la "moral y las buenas costumbres" y en un falso feminismo, la única beneficiada fue la marca de sostenes, quienes se posicionaron en el mercado nacional y estuvieron en boca de todos hasta la fecha. (¿les recuerda esto algo al caso de la película El Crimen del Padre Amaro?)

Me encontré la nota original de La Jornada del 20 de junio de 1996, donde comentan el caso.

De esa época también (un año antes) fue el caso de la prohibición de minifaldas y ropa "poco digna" por el entonces Director de Obras Públicas Mario Farid Bitar Alatorre (qepd).

Y el año pasado se dio de nueva cuenta, cuando en el Reglamento de Imagen Personal de la Dependencia a cargo de Enrique Gómez Espejel se prohibía el uso de la mencionada y corta prenda, so pena de una suspensión sin goce de sueldo. Además, de lunes a jueves ellas deberían llevar el “maquillaje discreto”; los viernes, el “peinado adecuado”. Ningún día de la semana se permitiría la ropa de mezclilla, las minifaldas, los shorts y bermudas, las licras, blusas transparentes o arriba de la cintura, etc. A los hombres no se les permite llevar el “cabello largo”, y además se les exige que vayan rasurados o, en su caso, tener el bigote o barba “arreglados”.

En fin... Guadalajara se caracteriza (según gente de fuera) por ser una ciudad de costumbres "mochas", es decir, por un lado nos escandalizamos por cosas como las mencionadas y nos damos golpes de pecho, pero por otro lado las "zonas de tolerancia", antros gay, "teibols" y demás están a reventar (no me consta... a mí me platican :-P, y para nada estoy en contra de que existan esos sitios).

Al final creo que es un proceso que esta ciudad y sus habitantes viven, estamos pasando de ser una ciudad tradicionalista y de costumbres cerradas, a ser una ciudad más cosmopolita y globalizada, lo cual quiero entender que es bueno... si va acompañado este proceso de un mayor nivel educativo y por ende, cultural.

¿Qué opinas tú? ¿Sómos una ciudad mocha? ¿O somos conservadores? ¿O sólo es el gobierno en turno?

1 commentaire:

  1. Te lo comento como persona que vino de afuera pero está instalado en la sociedad desde hace casi una decáda.
    SI, la tapatía es una sociedad "mocha", no solo es la doble moral por cosas tan obvias como los Table Dance (así se escribe ajjaaj) o las zonas rojas (Plaza del Sol, Niños Heroes, etc.). Se ve en cosas mucho más sutiles, como la educación en la casa "Virgen hasta el matrimonio"!!! "pero si sales embarazada aborta"!! a pero no digas que estás a favor del aborto!.
    Hace un par de meses estuve en Barcelona, ciudad cosmopolita si las hay, las playas son nudistas, o sea que cada quien va como quiera, ya sea como Dios lo trajo al mundo, o con su respectivo bañador (mi caso), lo curioso no es que solo es en las playas, sino que en Barcelona no existe una ley de las "buenas costumbres y la moral" esto quiere decir que tu puedes andar en la calle como Dios te trajo al mundo, algo que no me tocó ver, lo que si me tocó es que curiosamente el porcentaje más alto de personas haciendo topless en la playa eran personas de edad mayor, entre 50 y 70 años, al principio es el choque cultural, después te acostumbras y no existe morbo. Creo que el problema es que no debería haber ninguna ley de "buenas costumbres" las buenas costumbres se hacen con educación no con leyes, no existe mejor "moral" que la tolerancia a respetar las ideas de cada quien así como sus hechos, siempre que no perjudiquen al prójimo, no sería bueno ver a personas a lo mejor teniendo sexo en las calles pero no porque infrinja la "buena" moral, sino porque no es higiénico, debemos cambiar nuestra forma de ver las cosas si queremos crecer como sociedad, necesitamos mirarnos desde afuera para entendernos un poco más y poder trazar el camino de a donde queremos llegar.

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