Sí, vamos comprando nuestras franelas y de paso agarrando una esquina o una cuadra o ya la manzana entera para ponernos de viene viene. Una manera tal vez de sobrevivir en esta urbe donde las oportunidades escasean, pero si demuestras que no perteneces a ningún círculo delictivo, entonces allí encuentras tu oportunidad para hacerte de un ingreso.
Así dijo el Alcalde de Guadalajara Aristóteles Sandoval: la única excepción se hará con aquellos que estén ligados a organizaciones delictivas. Y ahora es el Ayuntamiento el que también asegura que la calle es libre y gratuita, no porque anden de buena onda, sino porque asi lo establece la ley, aquí esta la nota con detalle.
No me queda claro, pero si de por sí, algunos franeleros se sienten dueños de la calle y muchos de ellos hasta te piden la cuota de estacionamiento por adelantado y si no se ofenden, no quiero saber ahora que tienen permiso para cobrar.
Así dijo el Alcalde de Guadalajara Aristóteles Sandoval: la única excepción se hará con aquellos que estén ligados a organizaciones delictivas. Y ahora es el Ayuntamiento el que también asegura que la calle es libre y gratuita, no porque anden de buena onda, sino porque asi lo establece la ley, aquí esta la nota con detalle.
No me queda claro, pero si de por sí, algunos franeleros se sienten dueños de la calle y muchos de ellos hasta te piden la cuota de estacionamiento por adelantado y si no se ofenden, no quiero saber ahora que tienen permiso para cobrar.
Recién regreso de visitar Guadalajara, y eso de los tipos que pretenden
RépondreSupprimercobrar por un espacio publico me sacó de onda, y los "franeleros" agresivos
más; casi me lío a macanazos con uno porque por más que le dije NO,
se hizo el ciego y me refregó el parabrisas con su garra mugrosa, luego
quería propina. Idiota.
Después de muchos años de no visitar, me horroricé al ver que la
Guadalajara de mis tiempos ya no existe, me encontré con un mini-DF:
gente ruda, conductores locos, policías ausentes, calles destrozadas...
y topes, Guadalajara se ha convertido en la ciudad de los topes y baches,
de gente apartalugares y botes apartalugares... Qué horror, tristeza y horror.